miércoles, 21 de abril de 2010

Para el viernes?

¿Por qué tengo tan mala suerte cada vez que tengo que renovar mi visa como transeúnte en Venezuela? Esta es mi tercera visa, y cada año la cosa no ha hecho si no empeorar. ¿Será una señal de cómo va el país?
El primer año, cuando llegué, los papeles desde Barcelona-España (donde solicité la cuestión) hasta Caracas tardaron en llegar como unos 4 meses. ¿Será que los consulados y las embajadas no pueden utilizar los medios electrónicos tan al uso en estos tiempos? Con lo que no tuve cédula hasta seis meses después de haber llegado al país. La historia de mi cedulación también es insólita pues tuve que ir dos veces a la Prefectura de Petare, ya que en la entonces Onidex del centro estaba suspendida la cedulación por primera vez para extranjeros ¿Alguien me puede explicar la razón de que el organismo que te tiene que acreditar como residente o transeúnte en un país, suspenda la cedulación?
La segunda vez, después de tres idas a la sede central de la Onidex en la avenida Baralt, me dicen que no me pueden hacer la visa porque salí del país con la visa anterior vencida. ¿Si mis condiciones son las mismas que antes de salir del país, por qué razón no se me renueva? La solución, busca un gestor (un tipo que trabaja dentro de la Onidex), bájate de la mula (págale lo que te pida), búscate un pasaporte nuevo sin salidas (menos mal que el consulado español si fue eficiente en ese momento), y reza lo que sepas para que el tipo no se quede con el dinero y te deje colgando. Aunque mi cabreo por tener que pagar fué absolutamente bestial. Bueno, ahí no me dejó colgando.
Pero claro, el tipo que sabe todo, me ofreció la nacionalidad para el pasado octubre por otra cantidad de dinero, que yo, como tenía, le pagué. Sobre todo por no tener que volver a pasar por la cuestión de renovar la visa y demás. Hasta aquí todo normal. Le doy el dinero que me pide y, por cuestiones de la vida, tengo que irme para España y pasar cuatro meses allí. Cuando vuelvo en agosto pasado lo veo. Me dice que ya todo está claro para octubre. Que sale mi nacionalidad en Gaceta Oficial en octubre. Perfecto, todo está bien. Que le llame para esas fechas.
Le llamé y le llamé a los dos teléfonos que tenía de él, y el que me contesta (que creo que es él) me dice directamente que el fulano le vendió los teléfonos y que no sabe nada de él. Pregunté en la oficina de la Onidex donde trabajaba la última vez que lo vi... y me dijeron que lo habían trasladado, pero que no sabían a dónde. Resultado: 1-0 perdiendo yo, claro, con autogol, prácticamente.
Total es que el 2 de marzo voy a presentar los papeles para una nueva renovación. Claro, ésa es la otra. Para hacer todos estos trámites con la Administración Pública tienes que levantarte a las 3 de la mañana y estar en el sitio a las 5, para que a las 7 empiecen a repartir los números que siempre son limitados. 40, 50, 60, qué más da. Ah! Y siempre los miembros de la tercera edad tienen preferencia. Así que, puedes llegar el tercero y quedarte sin número si hay 40 viejitos por delante que, además, acaban de llegar. No tengo nada, ni mucho menos, contra la tercera edad, pero como dicen aquí: Paaaaaanaaaaaaaa!!!! Y para mi, este trámite es traumático porque supone dejar tu pasaporte en manos de quién sabe quién durante quién sabe cuántos días. Y no me gusta.
"Señor, en 15 días, esto está listo", dice la funcionaria. Ok. Decido dejar pasar unos días más, claro. Y el día que voy, lunes de Semana Santa, era festivo porque al presidente se le antojó proclamar festivo unos días más de los normales para ahorrar energía. Bueno.
Decido dejar pasar unos días más, y me acerco el miércoles 14 de abril. Ese día, la funcionaria de turno, me dice que llevan algo de retraso por la Semana Santa, y que además, han cambiado al jefe de la oficina del Saime (porque ahora se llama así), y que lo mío lo firman para el lunes 19 de abril "seguro, señor".
Claro, el lunes 19 de abril es el día del Bicentenario y fiesta nacional. Sin comentarios. Decido acercarme hoy, 21 de abril. La entrega de las visas empieza a la 1 de la tarde. La muchacha sale pasadas la 1,20. Le entrego mi resguardo. Y cuando sale me dice: "señor español, mi jefa quiere hablar con usted". Entro y la buena señora me dice que, de la fecha en que yo entregué mi petición, han salido todas las visas, menos la mía: "yo envié su pasaporte al centro pero lo han devuelto sin chequear". Me temía lo peor: volver a pagarle a esta tipa cualquier cantidad insólita de dinero. Y mi cara, supongo que debía parecer un auténtico poema.
"Haga unas fotocopias (de determinadas páginas del pasaporte) y vuelva para que yo lo tramite urgente a ver si el viernes esto está aquí", me dice la funcionaria. Tranquilo, me dicen, Mercurio está en retrógrado. Ok. Paciencia. Salgo, hago las fotocopias y vuelvo a entregarlas mientras una señora le entrega a la funcionaria un sobre cerrado que ya se lo que contiene: un adelanto en los trámites en forma de bajada de la mula, pero así, "descaraíto y en mis morros". "Entre" me dice la funcionaria. "Bueno, yo voy a mandar esto, y yo creo que usted podría venir el lunes a buscarlo". Coño!! ¿Pero no iba a estar para el viernes? Bueno, agacho la cabeza, y como buen ciudadano, le digo, "Ok. Nos vemos el martes, si acaso".
De verdad, no se qué debo haber hecho mal en otra vida con mis papeles de nacionalidad (o similar) para que me estén pasando estas vainas en esta. Tendré que pensarlo con seriedad. Salut!!!

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