Ayer martes, parte de Venezuela se despertó consternada con la noticia de la muerte de Franklin Brito, un productor agropecuario que había iniciado 8 huelgas de hambre para recuperar las tierras de su propiedad, según su reclamación, expropiadas hace un tiempo por el Gobierno venezolano. Yo creo que, en otro país, la reacción de la ciudadanía habría sido brutal, pero aquí, no he visto manifestaciones en contra del suceso, ni a la oposición darle duro al Gobierno.
A mí me parece demencial que un Gobierno deje morir a un ciudadano en esas condiciones en un hospital público. Es probable que haya pasado así, para que la gente aprenda (como me comentaron ayer): es decir, persona que se ponga en huelga de hambre contra el Gobierno, se muere de inanición “por ir en contra del poder establecido”. ¿Eso pasa en un país con democracia plena, como se llenan la boca de decir los que gobiernan este país? Yo creo que no. Sobre todo cuando sale un diputado chavista y candidato a la reelección por el PSUV, un tal Mario Isea, a decir que “lamentablemente ese señor Brito no quiso entrar en razón y el gobierno no se hace responsable de esa muerte”. Cómo se nota que este señor no tiene ni puta idea de lo que, para un agricultor, supone que le expropien sus tierras de manera injusta, porque para llegar a morir por ellas, me voy a tener que creer que fue injusta.
Este hecho ha ocurrido en plena campaña electoral para las elecciones legislativas del 26 de septiembre. Una campaña que ha arrancado con dureza por parte del Gobierno, con dos salidas de Chávez en días consecutivos a la calle a celebrar de antemano la supuesta victoria del chavismo en esas elecciones. Unas salidas que demuestran que el miedo que existe en el poder a una victoria pírrica o a una derrota es grande.
Por otro lado, el Gobierno sigue desenterrando muertos para cambiar la historia a su antojo: hoy lo hicieron con las dos hermanas de Simón Bolívar. Ya escribí sobre esta manía historicista de Chávez unos post atrás y no voy a repetir mi teoría. Pero me parece patético que, en un país con tantos problemas como este, se dediquen a esto.
A todas estas, volviendo a la teoría del miedo, o de la ignorancia (que son los sentimientos que cualquier dedocracia, semi-dictadura o dictadura del todo) suelen manipular para amedrentar, algo tiene que haber cuando repiten argumentos como que la oposición busca un golpe de estado para el 26-S similar al de Honduras.
De todas formas una de las preguntas que más me hago en estos días iniciales de la campaña es: ¿El chavismo tiene candidatos? Porque sólo he visto vallas publicitarias del PSUV con la efigie del mandamás, quien como un don Quijote cualquiera, se atreve a decir que “vamos a derrotar a la derecha mundial, al imperialismo yanqui. Los vamos a demoler, a barrer, para que respeten a este país, para que respeten a este pueblo y a su dignidad, carajo!”.
¿Y la oposición? Bien, gracias. Ellos siguen con sus peleítas y montando tenderetes de propaganda política en las urbanizaciones del Este de Caracas, donde no van a tener problemas para ganar. Pero me gustaría ver cómo se están movilizando en estados del interior del país, donde el clientelismo gubernamental, la dependencia de los ciudadanos del dinero público, es demasiado fuerte. Me gustaría verlo. Me gustaría hacer un viaje al interior del país antes de las elecciones para tener una visión más global de la cuestión. Aunque eso dependerá de muchas otras circunstancias.
PD1: Por cierto, no he hablado de la polémica que se generó hace unas semanas con unas fotos publicadas por el diario El Nacional, en relación a la inseguridad y la violencia en el país y que hicieron que un tribunal prohibiera la publicación de determinadas fotos en la prensa. Para eso, les dejo el link de uno de los blogs que sigo, porque me parece que las apreciaciones de Marco en su blog Espacio Necesario sobre la violencia en Venezuela son muy, pero que muy acertadas.
PD2: El Barça empezó la Liga ganando. Empieza a ponerse bonita la cosa.
Salut!
